¿Halloween sigue acercándose y tus pequeños sin disfraz? Cada vez son más las familias y colegios que celebran esta fecha -toda excusa es buena para hacer una fiesta-.
Pero para un Hallowen en condiciones es absolutamente preciso hacerse con un disfraz, y mejor que reutilizar los de carnavales es buscar uno que respete la temática del 31 de octubre. Para no gastar demasiado, te propongo cinco disfraces sencillos que puedes crear tu mism@, y que seguro que a tu hijo le encantarán. ¡Pídele ayuda y pasad un buen rato confeccionando su traje!
1. Fantasma
Un básico de Halloween y bastante sencillo. Solo necesitas alguna sábana, pieza de tela o cortina vieja de color blanco. Colocala sobre tu hijo y mide donde quedan los ojos. Corta dos agujeros en la tela para los ojos, y pinta con rotulador negro una boca. Otra opcion es cortar un agujero grande para la cara y ajustarlo a la misma (esta opción es la mejor si el niño es pequeño y le (y te) agobia que vaya con la tela pegada a la cara.
Corta la tela según la estatura de tu hijo, no conviene que sea muy larga para que no se tropiece con ella. Ponle guantes blancos en las manos.
2. Bruja
Probablemente conozcas a alguien que tenga un traje de bruja (o alguno de sus complementos) y que puedas adaptar al tamaño de tu hija, pero si no es así, busca algún vestido viejo negro tuyo.
Córtalo y ajústalo al tamaño de tu niña, y después ponle algún remiendo en otro color. El sombrero lo puedes confeccionar con cartulina negra, pero lo cierto es que comprarlo en un todo a cien tampoco sale muy caro. En cuanto a la escoba…coge la más vieja que tengas, eso sí, que sea de las de madera.
Para el maquillaje, utiliza una capa de maquillaje blanco para la cara. Los labios negro o morados y los ojos pintados en negro. Si buscas un maquillaje más elaborado, pincha aquí.
3. Zombie
Lo bueno del disfraz de zombie es que la ropa es lo de menos, hay que centrarse en el maquillaje.
El vestuario puede ser cualquier ropa vieja del niño que puedas estropear si lo deseas. Algún roto, un poco de tierra, y manchas de sangre (la gelatina roja es una buena opción).
Para el maquillaje, mucha pintura blanca y negro y rojo para darle más terror al asunto. Pincha aquí para ver cómo hacer un buen maquillaje de zombie.
4. Princesa o reina mala
A las niñas les encanta disfrazarse de princesa… así que aunque el día de Halloween no permite colores rosados e inocencia, sí que podemos ponerle la corona. La idea es tirar más hacía la madrastra que hacía Blancanieves.
Para esto quizá necesites un poco más de habilidad manual. Coge un vestido lila, violeta o morado de tu hija, si no tiene, compra tela lila y haz un vestido básico. Después (esto es más fácil), compra tela negra para ponerla a modo de capa. Para que sea una reina mala y no una superwoman descontextualizada conviene fijarse bien en el dobladillo del cuello, para que la capa quede tipo imperial.
La corona dorada la puedes hacer con cualquier cartulina (y a tu hija le encantará participar). Se corta, se pega y voilá. El maquillaje tenebroso, por supuesto, ojos y labios en estricto negro.
5. Calabaza
Se trata de un disfraz que se entiende a la perfección que es de Halloween, pero menos terrorífico que los otros que veníamos enumerando, por lo que es ideal para bebés o niños impresionables -que no quieren llevar manchas de sangre en la ropa ;)-
Necesitas comprar papel crepé naranja y negro, además de usar una camiseta y leggins negros. Aquí te dejo un link a una página donde te explican paso por paso como hacer el disfraz, por lástima, está en inglés: http://www.marthastewart.com/article/3-paper-caper-kids-costume-how-tos?page=3
Si no cuentas con máquina de coser -o no quieres utilizarla- siempre puedes optar por la versión simple: hacer el cuerpo de la calabaza con el papel crepé naranja y cerrarla con grapas y pegamento. Pero en ese caso conviene tener cuidado para evitar desgarros.
¿Qué otros disfraces caseros sabes hacer? ¡Comparte tus trucos para conseguir un disfraz bonito y barato!
Vía: Blogbebes