Después de analizar los vestidos de la gala de los Oscar no he podido resistirme a seguir cotilleando un poco… Vanity Fair organiza siempre una fiesta post Oscar a la que asisten muchas actrices (y famosos varios).
Bueno, si eres de las que está convencida de que este año los vestidos de los Oscar han sido especialmente desacertados, no sigas leyendo: los trajes para la fiesta del Vanity son bastante peores. Uno piensa que si tuviera mucho dinero llevaría unos modelos ideales, pero creo que cuando lo consigue, se pierde la perspectiva. Ha llevado tantos vestidos bonitos que ya no los diferencia, sólo quiere algo… raro.
¿Exagero? Sí, la verdad es que sí. Algunos modelos, como el de Cameron Diaz -que puedes ver arriba-, Jurnee Smollet, Jennifer Aniston o Natalie Portman me parecieron bastante agradables:
Otros me dejaron que ni fú ni fá, como los de Julianne Moore, Jennifer Lopez o Amanda Seyfried.
Algunas creo que se excedieron con el escote (¿parezco un poco monjil?) Es el caso de Hilary Swank, Rashida Jones o Vanesa Hudgens.
El modelo de Salma Hayek podría protagonizar mis peores pesadillas.
Y luego está el vestido de Elizabeth Banks, que por más que lo miro, no sé decir si me encanta o me horroriza. Pero eso sí, ¡me resulta muy interesante!
¿Cual ha sido tu preferido?