¿Comes sano? Quizá creas que sí pero cometas algunos errores o quizá simplemente no tengas muy claro qué es comer sano. ¿Comer muchas verduras y frutas? ¿Renunciar a la comida rápida o pre-cocinada? Pues sí, pero no solo.
Ahora que estrenamos un nuevo año es un buen momento para reflexionar sobre nuestra alimentación y prop0nernos mejorarla. Pero para eso debemos tener muy claro el camino a seguir.
Aquí te dejo 7 claves para llevar a cabo una alimentación sana y equilibrada.
1. Escoge buenos carbohidratos
Prescindir de los hidratos de carbono por creer que «engordan demasiado» es un gran error. Los carbohidratos aportan energía músculos y cerebro y son fundamentales en una dieta sana (alrededor del 60% de las calorías diarias que consumimos deberían provenir de los carbohidratos).
Eso sí, no todos los carbohidratos son de la misma calidad. Opta por el pan, la pasta y el arroz integrales, frutas y verduras a tutiplén y también legumbres. Por contra, puedes prescindir de los carbohidratos refinados como el de los pasteles, el pan bimbo, el arroz blanco y las bebidas azucaradas.
2. Toma suficientes proteínas
Las proteínas deben cubrir un 15% de las calorías diarias, pero trata de consumirlas sin excederte con las grasas (es decir, mejor proteínas de pollo que de cerdo, por ejemplo). Si tomas carnes rojas, escoge trozos pequeños (como máximo del tamaño de un puño cerrado) y que no sea todas las semanas.
Las proteínas del pescado son muy beneficiosas para la salud, trata de tomar pescado al menos 3 días a la semana. Otras proteínas esenciales son las de elementos «vegetales», como las legumbres, los frutos secos, y algunos cereales.
3. Elimina las grasas trans de tu vida
Las grasas son necesarias y tratar de prescindir de ellas no es comer sano, pero eso sí, hay que elegirlas con lupa. Lo ideal es basar el consumo de grasas en las monoinsaturadas (aceite de oliva, frutos secos, etc). Las grasas saturadas se pueden comer, pero con moderación, y las grasas trans…¡nunca!
4. Dieta rica en fibra
Una alimentación sana pasa por una buena ingesta de fibra, que podemos encontrar especialmente en frutas, verduras y cereales integrales.
El consumo ideal de fibra es de unos 25 g diarios, lo que nos protegería frente a enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
5. Variedad de frutas y verduras
Trata de tomar al menos cinco raciones de fruta y verdura al día -¡y las patatas no cuentan!-, porque realmente los beneficios para la salud de una dieta rica en vegetales hacen que valga la pena: prevención de problemas digestivos, cardiovasculares, oculares y algunos cánceres.
Lo ideal es que, además, el consumo de frutas y verduras sea variado, aprovechando así las vitaminas y minerales de las frutas de todos los colores y formas. ¡Resultan muy positivas las frutas y verduras en tonos rojos y naranjas!
6. Consume calcio
La mejor fuente de calcio son los productos lácteos: leche, yogur, queso…. pero muchos de ellos se acompañan también de grasas saturadas. Opta por lácteos siempre desnatados.
7. Bebe agua
Un consumo moderado de alcohol puede ser beneficioso, pero moderado es un vaso de vino, no tres de vodka. De todas formas, el consumo de agua es fundamental para una buena salud, evita comer con refrescos o bebidas alcohólicas.
¿Comes o no sano?
Vía: Salood