Resulta difícil resistirse a las rebajas, especialmente en unas fechas en la que todo son reclamos para caer en la tentación de la compra pero en tiempos de crisis no podemos perder la cabeza y es que hay que evitar un consumo descontrolado y sin planificar, de lo contrario el bolsillo se resentirá en uno de los meses más complicadosdel año, la llamada cuesta de enero!!

Pero las rebajas, bien aprovechadas, pueden servirnos también para adquirir, con importantes descuentos, productos que de otro modo resultan inalcanzables. Para esquivar descalabros, conviene planificar bien las compras y saber cuando ha llegado el momento de dejar de comprar.


  • Haz una lista de los artículos que realmente necesita, y fija la cantidad máxima que quieres gastar. Ten en cuenta las necesidades de su hogar (menaje, electrodomésticos…), las personales y las familiares (ropa, calzado, complementos…).
  • Evitarás gastar más de la cuenta y adquirir cosas que pronto no utilizará.
    No te dejes llevar por las prisas. El agobio y los empujones de los primeros días de las rebajas puede llevarte a comprar de forma impulsiva. Compara precios en varios establecimientos.
  • Las rebajas deben contar con las mismas garantías y con las mismas políticas para cambios y devoluciones -siempre y cuando no se haya usado el producto- que los artículos adquiridos antes de este período.
  • Los productos rebajados deben ofrecer igual calidad a menor precio. Deben ser artículos de temporada y en perfectas condiciones. Rechace los artículos que no reúnan las debidas condiciones sanitarias, los que se encuentren en mal estado o los que incumplan las medidas de seguridad.
  • Es obligatorio que en las etiquetas aparezca el doble precio (el antiguo y el rebajado) o bien el porcentaje de rebaja (se suele aplicar un descuento mínimo del 20% sobre el precio de temporada alta y, normalmente, el descuento aumenta progresivamente).

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