¿Qué hace un 8 marzo cualquiera una mujer trabajadora?

Te suena el reloj, te levantas, levantas a Lola (mi chihuahua), corre a la ducha mientras preparas un café y deprisa deprisa haces la cama (la cama se tiene que quedar echa aunque tu pierdas el aliento en ello), te pintas un poco (porque vaya cara llevas de 8 de la mañana)  te pones los tacones (para masoquismo extremo!), coges el bolso (que pesa más que tú en navidades), beso a Lola de despedida y a por el bus, corriendo (con tus tacones!) que no lo pierdas!!

Llegas al curro y claro… teléfono, mac que echa humo, pedidos, diseños, carreras, riñas, alguna alegría, paquetes… son las dos! Correeee coge el bus que Lola tiene que comer (tú siempre puedes esperar, toda mujer va por detrás de los demás seres vivos de su entorno siempre) oooh! Recuerdas que no hay pan… pasas al Mercadona lidias con tres o cuatro marujas (mujeres experimentadas) que se te cuelan. Sales disparada a casa. Preparas la comida, comida para Lola, recoges, un café rápido, escuchas las noticias en la distancia mientras te retocas para salir pitando de nuevo a la oficina.

La tarde es igual que la mañana o peor porque cuanto más cerca está la hora de cerrar la oficina más se aceleran las tareas… cierras de nuevo la oficina y te espera: el paseo de Lola, la plancha, la lavadora, la compra, el polvo (el de la tele porque no hay otro), los recados que llevas apuntados en cientos de papelitos arrugados en el bolso y que rezan así: comprar pegamento para pegar minipercha despegada del baño… y esto señores no se acaba nunca!! Si te sientas a las 11 de la noche es porque quieres, no porque no tengas más cosas que hacer.

Y cuanto más maduras somos, no es que puedas hacer más cosas que antes no podías, sino que tienes que hacer más cosas que son un “deber” si o si! Será cosa de la genética o de ese rollo de ser portadoras de vida que nos echamos encima más responsabilidades de las que podemos y si encima intentamos delegar en alguien nos sentimos culpables! Tonterías!

Nunca he sentido la desigualdad laboral (gracias!) y de ningún tipo por eso la Desigualdad Positiva no me la termino de creer y lo veo más política que otra cosa, lo que tendría que haber es más igualdad en el mismo seno familiar de este modo señoras y señoritas seríamos mucho más felices, tendríamos menos arrugas, nos dolerían menos los pies de correr a todos lados y en general estaríamos menos cansadas y de mejor humor (que no todo son las hormonas!).

Hay que educar desde nuestra propia casa y educar implantando la repartición de tareas me parece un paso importantísimo para que las nuevas generaciones no caigan en nuestros errores del pasado. Yo aún vivo sola pero el día que tenga que formar una familia vamos a arrimar el hombro todos! Como está mandado!

La mujer no es el animal perfecto, siempre guapa, atenta, cariñosa, cocina bien, sabe llevar una casa, educar hijos, soportar dolores inhumanos,… las mujeres somos personas y como tales también nos tienen que cuidar, por un día no estaría mal que hoy verdaderamente fuéramos todas las reinas de nuestra casa, pero las reinas de verdad.

Ana de http://anitapatatafrita.blogspot.com/

Gracias Ana!

Puedes leer otras reflexiones AQUÍ, aunque recuerda que tú también puedes particiar en este homenaje tan especial… así que deja un comentario!

Categorizado en: