Generalmente todos tenemos unos gustos a la hora de vestir, en ocasiones normales y para ocasiones especiales. Este estilo seguro que se manifiesta en el traje de la novia, que desde mucho antes se ha ido formando una idea de cómo quiere ir en ese día tan especial.

Como consejo, la elegancia de la sencillez, líneas simples y comodidad deben combinarse en el vestido perfecto.

El primer paso es hacerse con un buen número de ejemplares de revistas de novias y de catálogos de diseñadores para verificar cual es la tendencia actual de la moda en cuanto trajes de novia. Los diseñadores siempre están innovando, sin salir o saliendo de lo clásico, y es bueno hacerse una idea de lo último.

Otro paso es recopilar opiniones entre amistades y familiares, en especial de aquellas que ya han pasado por esta experiencia.

Con una idea preconcebida y generalizada debemos plantear la época del año, el tipo de ceremonia, de solemnidad y de invitados de toda la boda. Por ejemplo las bodas civiles exigen más formalidad que las religiosas, que piden más recatamiento, por ello no son prudentes los escotes demasiados generosos en ellas.

Es preciso insistir en que el traje de novia debe ir en consonancia con el estilo general de la novia, y de sus características físicas. Debe resaltar sus mejores cualidades y esconder lo menos orgulloso de su cuerpo.

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