rebajas

Ya estamos completamente inmersas en las rebajas. Y a estas alturas seguro que has hecho más de una visita a tu tienda favorita. Si te ha pasado como a mí y has vuelto con alguna que otra prenda a la que probablemente le darás menos uso que al Quimionova que te regalaron tus tíos cuando eras niña ( ¿lo habré abierto?), lo mejor será que te pares y organices un poco las rebajas si no quieres acabar escaldada.

Te damos algunos consejos para que las rebajas no afecten de manera irreversible a tu bolsillo.

Para no acabar sin un duro y con un mosqueo de aquí te espero (porque entre colas de probador, las de la caja, el calor y los empujones, cómo te falle la visa…), lo mejor es la compra inteligente.

Lo primero, hacer un presupuesto de lo que te puedes gastar en estas rebajas, y cumplirlo. Sé consciente de lo que tienes, y no gastes por encima de tus posibilidades.

Haz una lista con las cosas que necesitas, e intenta ir directa al grano. Unos pantalones, unas bailarinas…etc. Podemos ser realistas en nuestro presupuesto y añadir un gasto extra de «el capricho», porque seguro que no nos resistiremos ante alguna ganga. Pero que eso no se convierta en una dinámica.

Yo que tú evitaría sacar la Visa de casa, el dinero en efectivo se controla mucho mejor, pasar la tarjetita es tan fácil…

Revisa siempre las etiquetas de la prenda, en la que tiene que aparecer la talla, composición y tratamiento aconsejable de lavado. Y fíjate que tenga bien clarito el precio anterior y el precio rebajado. Que no te den gato por liebre.

Piensa siempre en el precio real que tiene y no en el porcentaje de descuento, y asegúrate de que aceptan cambios antes de pagar, porque algunas tiendas no permiten devoluciones o cambios durante las rebajas.

¡Ah! e intenta ir a comprar a las horas menos solicitadas como primeras horas de la mañana, o el mediodía, y ve con ropa cómoda. Ir de compras cansa, y hacerlo cómoda y tranquila no tiene precio (para todo lo demás…)

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