Hacer dieta y no adelgazar es una historia que -por lástima- a muchas de nosotras nos suena. Llega un día en que notas que los pantalones no abrochan, o que te pesas, te asustas y te dices: «voy a comenzar a comer bien». Pero aunque crees quieres adelgazar, tu peso no baja o si lo hace, vuelve a subir. Más grave aún es en el caso de personas con un sobrepeso más severo que ven como sus dietas de adelgazamiento acaban con mucha frustación y poco más…¿por qué ocurre esto?
Hay muchos factores que intervienen en la correcta realización de una dieta, pero lo primero que debes tener claro es que si necesitas adelgazar has de hablar con un médico para que él te informe de como enfocar esa pérdida de peso. Una vez sabido esto, hay una serie de comportamientos que sabotean nuestras posibilidades de éxito en la dieta. ¿Quieres saber cuáles son?
1. Saltarte comidas
Este es un error básico cuando se quiere adelgazar, una cosa es que cenes ligero un día que hayas comido mucho, y otra muy distinta es que te vayas a la cama sin probar bocado. Peor todavía es renunciar a desayunar. Y es que estas prácticas que crees que restan calorías a tu alimentación diaria, en realidad provocan que engordes a largo plazo.
Por un lado, llegas a la comida siguiente con tanta hambre que te cuesta contenerte, y por el otro, tu cuerpo, precavido, opta por quemar menos grasa ante la escasez de calorías. ¿Lo ideal? Comer poco cinco veces al día.
2. Eliminar grupos de alimentos.
Puede que sean las grasas o los hidratos de carbono, hay dietas que demonizan unos grupos sobre otros, restringiendo severamente tu absorción de determinados nutrientes. La mejor dieta es la que respeta un reparto equilibrado, a saber: 60% de hidratos de carbono, 15% de proteínas y 25% de grasas.
3. Ponerte a dieta solo para ocasiones especiales
Ya sea una boda, una competición deportiva o que ha llegado el verano, provocar bajadas drásticas de peso a cortoplazo -para después volver a engordar- dificulta muchísimo la posibilidad de llevar una dieta equilibrada a largo plazo y de mantener, por lo tanto, el peso ideal.
4. Tomar laxantes, diuréticos y píldoras que disminuyen el apetito sin prescripción médica.
Los laxantes y diuréticos no se inventaron para perder peso, y abusar de ellos solo conducirá a una incorrecta absorción de los nutrientes de los alimentos. Por otro lado, las píldoras para quitar el hambre nunca deberían ser usadas sin preguntar antes a un médico, incluso aquellas que se anuncian como naturales. Pueden tener contraindicaci0nes que desconozcas.
5. Llevar una vida sedentaria
Acostumbrar al cuerpo a no trabajar es lo peor que puedes hacer en una dieta, pues la restricción calórica debe acompañarse de un aumento del gasto energético para ser más eficaz. Trata de encontrar al menos media hora diaria para hacer deporte, e introduce actividades que exijan más movimiento en tu vida diaria.
6. Preparar siempre los mismos platos (que además resultan insípidos).
Comer de dieta no exige dejar de disfrutar con la comida, el objetivo es disfrutar de ella pero sin descontrolarte y acabar comiendo más de lo que necesitas. Para poder mantener una dieta en el tiempo, debes estar mínimamente satisfech@ con lo que comes, para poder sobrellevar las tentaciones de los dulces y otras comidas calóricas. Busca platos ligeros, pero originales y sabrosos.
7. Abusar de los productos light
Utilizar productos light para sustituir a los que tomabas es una buena idea… siempre y cuando eso no te haga comer más. Parece una tontería, pero al saber que estamos ante un producto light nos relajamos y pensamos que no engordará tanto. Lo cierto es que el consumo de alimentos light provoca un aumento en la cantidad de producto consumido, con lo que borramos sus beneficios. ¡Sigue comiendo las mismas cantidades!
Confiesa…¿has cometido alguno de estos errores?