Cuando iniciamos una dieta tendemos a reducir los hidratos de carbono, por lo que la pasta suele ser un plato que eliminamos de nuestro menú. Caemos en el error de pensar que la pasta engorda. Cuando estás a dieta puedes comer de todo, lo que hay que vigilar es la cantidad. Es innecesario dejar de tomar algún alimento.
Una vez a la semana puedes tomate un buen plato pasta, sin miedo a la váscula. Sólo tienes que tener en cuenta con qué la tomas. Si optas por comerla con una salsa, procura que no sea muy calórica.
Para mantener buena salud debemos incluir al menos una porción de hidratos de carbono complejos en cada cada comida.
La pasta es un alimento altamente energético así que el mejor momento para tomarlo es al almuerzo y no a la cena.
La pasta nos aporta principalmente hidratos de carbono, indispensables para darnos la energía que requerimos diariamente.
Si estás cuidando tu peso, puedes incluir a la pasta en tu dieta. Los expertos en salud dicen que la mejor manera de bajar de peso está en una dieta baja en grasas y alta en hidratos de carbono, pero sin excesos.
Además de ser fuente de energía, contiene proteínas, fibra y es fuente de vitaminas y minerales, por lo que es un alimento que puede integrarse perfectamente a una dieta equilibrada. Recuerda que es baja en grasa y libre de colesterol.