La ropa deportiva nunca fue patrimonio solo de los hombres, las mujeres llevamos utilizándola desde hace muchos años, aunque como en todo, hay que decir que ha cambiado mucho desde que comenzásemos a utilizarla allá a principios del pasado siglo XX, pero… ¿Cómo han sido estos cambios hasta llegar a lo que es hoy en día?
En la primera década del siglo XX, las mujeres comenzaban a hacer deporte, aunque la ropa distaba muchísimo de lo que es hoy en día. En aquellos tiempos de tanto recato se utilizaban unos botines con tacón bajo, unas amplias faldas para permitir mejor los movimientos (suponemos que debajo tendrían unas enaguas) y una camisa ancha, siendo ésta una de las vestimentas más comunes de aquellos años.
Con la llegada de los años 20 se continuó utilizando una camisa, aunque la parte inferior la más común eran unos pantalones bombachos, cómodos y que permitían los movimientos, aunque se continuaban utilizando zapatos. Los petos de tela ancha y pantalón corto llegarían en la década los 30, donde aún se continuaban utilizando zapatos, proporcionando más importancia al estilo que a la comodidad.
Entrados en los años 40 y con la aparición de más aparatos para hacer ejercicio, la ropa se convirtió en algo más cómodo, pero continuaba el zapato, aunque ya más bajo, pantalones tipo palazzo y blusas holgadas. En los 50 comenzaría a verse un pequeño atisbo de cambio, pantalones por debajo de la rodilla, cinturas entalladas, amplias blusas y zapato sin nada de tacón, antesala de lo que estaría por llegar.
Los 60 trajeron consigo muchos cambios como las zapatillas deportivas, las camisetas y los pantalones cortos, ropa básica que no tiene nada que ver con la ropa técnica de hoy, pero eran los primeros años de lo que conocemos como moda deportiva.
Las mallas comenzaron a hacer su aparición en los setenta, con una gran aceptación por parte de la mujer que quería y necesitaba más libertad en su día a día. Las mismas que siguieron en los 80, con leotardos, cintas en la cabeza, calcetines por encima de las medias o los chándales que todas recordamos, el culto al cuerpo comenzaba a tener mucho tirón.
Los 90 fueron todo un torrente de cambios y comenzábamos a ver combinaciones de culotes bajo un bañador, deportivas más técnicas y con más estilo, camisetas anchas, etc. Tops de deporte, leggins, calzado especializado en cada disciplina, la década del 2000 fue una revolución donde se entrelazaba el estilo y la comodidad.