Los vestidos blancos son un clásico de cada verano que se adapta a cualquier mujer, independientemente de cómo sea físicamente, por lo que podemos considerarlos como un comodín. Son prendas muy versátiles que permiten estilismos estupendos, tanto para el día como para la noche.
No hay mejor prenda para destacar el bronceado que hemos conseguido en verano y también porque consiguen combinar con prácticamente cualquier otro color, permitiéndonos encontrar muchas propuestas cromáticas diferentes o incluso ir en plan total look. Además esa versatilidad permite que podamos utilizar cualquier clase de calzado este verano, deportivas, tacones, cuñas, sandalias…
Lo bueno de los vestidos blancos es que siempre encontraremos uno que se adapte a nuestro cuerpo o gusto, con modelos diferentes para ir a trabajar, a la playa o a cualquier clase de evento o cita.
¿Cuáles son los vestidos blancos del verano?
Las colecciones que podemos ver en el mercado nos permiten encontrar un gran número de modelos diferentes como por ejemplo los más básicos, quizá los que más éxito tienen, entre los que destacamos los vestidos camiseros, tanto los cortos como los largos.
Una de las tendencias más actuales en cuanto a vestidos blancos son los que están confeccionados en crochet, porque aportan elegancia, romanticismo y mucho estilo, con los que sorprender en cualquier momento.
A ello debemos sumarle los vestidos que tengan mezcla de tejidos como los vaporosos, indispensables en verano, así como los asimétricos, de corte recto o los estructurados. ¡Hay de para todos los gustos!
Pueden adaptarse a cualquiera de las tendencias que aparecen en cada verano y para esta temporada estival los más buscados son los de corte romántico, estilo boho chic y los de corte minimalista. Con ellos podremos combinarlos con todo un arsenal de prendas para conseguir ese estilo que más se adapta a nosotras.
Aunque los vestidos blancos largos son estupendos, para los días en los que más apriete el calor lo más recomendables son los cortos, no solo acertados para ir a la playa sino para asistir a diferentes eventos y celebraciones, sobre todo si son de carácter informal.
Para acompañar los vestidos blancos en una cita como estas, podemos utilizar desde una fina gargantilla hasta un maxi collar, lo mismo que sucede con los pendientes y pulseras, permitiéndonos elegir entre muchas combinaciones diferentes.
Si tenemos que hablar en cuanto a estilos, podemos decir que al vestido blanco no hay estilo que se le resista, adaptándose a cualquiera, resaltando la feminidad de algo tan nuestro como es un vestido y más como éste, que gusta a todo el mundo.
Diseños con falda evasé, de cremallera completa invisible, camiseros abotonados con cinturón, vestidos de encaje, con volantes, sin mangas, con caída, confeccionados con tejidos vaporosos, de estilo bardot u off the shoulder o con chorreras, que vuelven a llevarse mucho esta temporada.
Como has podido ver, son muchísimas las opciones las que tenemos a nuestra disposición para lucir este verano los mejores estilismos gracias a los vestidos blancos. ¿Cuál es tu estilo preferido?